21 de octubre de 2024 - 6:30 PM
Por La Redacción/Con información de VOA/Foto X @JJDiazMachuca 


El sacerdote católico Marcelo Pérez, un firme defensor de indígenas y campesinos en el sur de México, fue asesinado a balazos el domingo reciente después de celebrar una misa, informaron autoridades.


Pérez, quien era reconocido dentro y fuera del país por su labor activista, había terminado de oficiar la ceremonia en una parroquia de la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, y se encontraba dentro de su camioneta cuando dos hombres armados a bordo de una motocicleta le dispararon, indicó la Fiscalía General del Estado.


El religioso, un indígena tsotsil, llevaba dos décadas en el sacerdocio y era conocido por mediar en conflictos sociales, indígenas, campesinos y políticos de municipios azotados por todo tipo de disputas y actos de violencia del crimen organizado. Nunca dudó en criticar la falta de acción de las autoridades.


Las labores activistas de Pérez lo habían hecho objeto de varias amenazas, por lo que desde 2015 era beneficiario de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido al riesgo constante contra su vida e integridad personal.


Aunque fue trasladado a San Cristóbal de las Casas donde, en teoría se encontraría más seguro y tenía “medidas de protección... estas resultaron insuficientes para evitar su asesinato”, denunció la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México en un comunicado en el que calificó el asesinato como “absolutamente inaceptable”.


Tanto la ONU como la CIDH, la Conferencia del Episcopado Mexicano y numerosas organizaciones sociales mexicanas exigieron a las autoridades una investigación exhaustiva y transparente.


La Iglesia Católica pidió de forma urgente a todos los niveles del gobierno que se garantice la seguridad de todos los sacerdotes que trabajan en zonas de riesgo.


“Siempre estuvo comprometido con la justicia y la paz entre los pueblos originarios, sobre todo en Simojovel y acompañando a las víctimas de la violencia interna en Pantelhó (dos comunidades de las montañas de Chiapas)", dijo el cardenal Felipe Arizmendi.


En Pantelhó, un municipio sumido en disputas entre distintos grupos armados, Pérez fue acusado por sus críticos de estar involucrado en la desaparición de una veintena de personas en 2021. Pero la Iglesia Católica siempre le respaldó.


El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, del oficialista partido Morena, condenó el asesinato. "Vamos a colaborar con todas las autoridades correspondientes para que su muerte no quede impune y los culpables enfrenten la justicia”, publicó en la red social X.


El cardenal Arizmendi recordó que el homicidio demuestra “el clima de violencia que se ha desatado en Chiapas y en casi todo el país”.