30 de enero de 2025 - 6:30 AM
Por La Redacción/Con información de VOA
Una de las primeras acciones ejecutivas de Donald Trump tras asumir la presidencia de Estados Unidos fue designar a la pandilla Mara Salvatrucha o MS-13 como organización terrorista extranjera.
Esta decisión estuvo acompañada de una declaración de emergencia nacional, justificando que la MS-13 y otras organizaciones criminales, como los carteles de la droga, representan "una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos".
Pero ¿qué implicaciones reales tiene esta designación para la MS-13? ¿Cómo afecta a una estructura que ya ha sido considerablemente debilitada en El Salvador, donde el régimen de excepción ha llevado a una masiva desarticulación de sus operaciones?
Para analistas consultados por la Voz de América la designación permite principalmente llevar a cabo acciones militares, políticas y económicas contra los miembros de la Mara Salvatrucha, así como contra sus socios y cómplices fuera del territorio estadounidense.
"Con esta designación, el señor Trump puede actuar extraterritorialmente contra los intereses de la MS-13 fuera de Estados Unidos, contra sus estructuras, contra quienes se han asociado, quienes les han apoyado o siguen apoyando”, explicó a la VOA, el politólogo Napoleón Campos quien recordó que ha sido de esa forma como Estados Unidos ha llevado a cabo operaciones militares en Asia, Oriente Medio o África contra organizaciones declaradas terroristas.
Aunque la designación le permite a las autoridades estadounidenses actuar fuera de su territorio, la diferencia con otras medidas aplicadas en el pasado es que ahora los oficiales podrán actuar con menos restricciones.
"La diferencia es que antes ellos tenían que coordinar todo con los países donde iban a operar, donde agarraban a los ranfleros [fundadores de la pandilla]. Ahora les da cierta facilidad para operar con menos restricciones", agregó Douglas Farah, investigador y presidente de IBI Consultants, una firma especializada en seguridad, crimen transnacional y terrorismo, con sede en a Washington, EEUU.
Lo primero que dicta la orden de Trump es "invocar la Ley de Enemigos Extranjeros" en contra de la MS-13. Esta ley le otorga al presidente la autoridad para tomar medidas más severas contra personas u organizaciones identificadas como enemigos en tiempos de guerra o emergencia nacional.
En este caso, incluir a la Mara Salvatrucha en la ley otorgaría al gobierno un marco legal más sólido para confiscar los bienes de cualquier individuo relacionado con la pandilla.
Además, dentro de Estados Unidos se facilitaría la deportación inmediata de sus miembros o personas sospechosas de asociación, mientras que los países que reciben apoyo financiero o militar de Estados Unidos enfrentarían una mayor presión para intensificar sus acciones contra la MS-13, señalan los expertos.
“Si la pandilla es declarada terrorista ya no va a tener asidero en ningún país, pues se vuelven objetivo de las agencias de investigación internacionales y también de los organismos de defensa nacional de los Estados Unidos”, agregó a la VOA Marvin Reyes, dirigente de un movimiento de policías en El Salvador, país donde la MS-13 se afincó por décadas.
Para Reyes, esta designación puede provocar una desarticulación masiva de la MS-13, pues serán perseguidos sin importar dónde se encuentren.
Otros golpes a la pandilla
Esta no es la primera vez que Estados Unidos busca golpear a la MS-13.
En 2012, la pandilla fue declarada “organización criminal internacional” por el gobierno de Estados Unidos.
En 2015, tres años después, El Salvador clasificó a la MS-13 como una “organización terrorista” en un contexto de extrema violencia, en el que la tasa de homicidios se elevó a 105 por cada 100.000 habitantes, convirtiendo al país en el más violento del mundo.
En 2019, bajo la primera administración de Trump, la MS-13 pasó a ser el principal objetivo de la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano, un grupo conformado por varias agencias federales cuyo objetivo era desmantelar a la MS-13.
Desde 2020, el Departamento de Justicia de Estados Unidos lidera un caso de terrorismo contra 27 líderes de la Mara Salvatrucha, entre ellos 14 miembros fundadores de la organización y otros que han dirigido operaciones en Estados Unidos, México y El Salvador.
Este proceso surge en un contexto marcado por controversias en la región, como la excarcelación de cabecillas de la pandilla en El Salvador bajo supuestos acuerdos con las autoridades, previo a un régimen de excepción, hechos que para Farah han complicado los esfuerzos internacionales para desmantelar la operatividad de la pandilla.