11 de marzo de 2023 – 11:00 AM 
Por La Redacción  


La Organización Mundial de la Salud declaró en 1997 Día Mundial del Parkinson el 11 de abril, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 describió lo que por aquel entonces llamó Parálisis Agitante y que hoy en día conocemos como Enfermedad de Parkinson 


La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios. Los síntomas aparecen lentamente. El primero puede ser un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque el trastorno también puede causar rigidez o una disminución del movimiento. 


En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que la afección evoluciona. 


A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas. En ocasiones, el proveedor de atención médica puede sugerir una cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas. 


Síntomas 

Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson varían según la persona. Los primeros signos pueden ser leves y pasar desapercibidos. Por lo general, los síntomas se manifiestan en un lado del cuerpo y continúan empeorando en ese lado, incluso cuando comienzan a afectar las extremidades de ambos lados. 


Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir los siguientes: 


  • Temblores. Los temblores, o sacudidas rítmicas, generalmente comienzan en una extremidad, como la mano o los dedos. Es posible que frotes el pulgar y el índice de un lado a otro, lo que se conoce como “temblor de rodamiento de la píldora”. Puede que te tiemble la mano mientras estás en reposo, y que el temblor disminuya cuando lleves a cabo alguna tarea. 


  • Movimientos lentos (bradicinesia). Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede retardar tus movimientos, y hacer que las tareas simples te resulten complicadas y te lleven más tiempo. También es posible que des pasos más cortos cuando camines o que te resulte más difícil levantarte de una silla. Además, puede que arrastres los pies al intentar caminar. 


  • Rigidez muscular. La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden causarte dolor y limitar tu amplitud de movimiento. 


  • Deterioro de la postura y el equilibrio. Es posible que adoptes una postura encorvada. Además, podrías caerte o tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de Parkinson. 


  • Pérdida de los movimientos automáticos. Es posible que se reduzca tu capacidad para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o mover los brazos al caminar. 


  • Cambios en el habla. Es posible que hables suavemente o rápidamente, insultes o dudes antes de hablar. Además, tu discurso puede volverse más monótono en lugar de seguir los patrones del habla habituales. 


  • Cambios en la escritura. Es posible que te resulte difícil escribir y tu letra puede parecer pequeña. 


  • En la enfermedad de Parkinson, algunas células nerviosas (neuronas) del cerebro se degradan o mueren progresivamente. Muchos de los síntomas obedecen a una pérdida de las neuronas que producen dopamina, un tipo de neurotrasmisor del cerebro. Cuando los niveles de dopamina disminuyen, esto causa una actividad cerebral anormal, lo genera trastornos del movimiento y otros síntomas de la enfermedad de Parkinson. 


Se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, pero varios factores parecen influir, como los siguientes: 


  • Genes. Los investigadores han identificados cambios genéticos específicos que pueden causar la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, estas son poco comunes, salvo algunos casos en que muchos miembros de la familia tienen enfermedad de Parkinson. 


  • No obstante, ciertas variaciones genéticas parecen aumentar el riesgo de tener enfermedad de Parkinson, pero con un riesgo relativamente menor de la enfermedad de Parkinson para cada uno de estos marcadores genéticos. 


  • Desencadenantes ambientales. La exposición a ciertas toxinas o factores ambientales puede aumentar el riesgo de tener la enfermedad de Parkinson en el futuro, pero el riesgo es pequeño.