26 de agosto de 2023 - 3:00 PM
Por Wilmer Yax
Este 26 de agosto, el especialista en medicina interna y terapia intensiva Jorge Luis Hidalgo tomará posesión de la presidencia de la Federación Mundial de Cuidados Críticos y Terapia Intensiva, durante el congreso que se realizará en Estambul, Turquía.
La vocación, disciplina, y especialmente el apoyo familiar son los pilares que han llevado al médico Jorge Luis Hidalgo a destacar en profesión y ahora en un cargo mundial que pondrá en alto su nombre, de su familia y el del país.
Este cargo llega luego de destacar tanto en Guatemala, como en Belice, donde es el jefe de la Unidad de Terapia Intensiva y Cuidados Críticos, además de realizar un trabajo gremial para el desarrollo de capacidades médicas de Belice y Centroamérica y el Caribe.
Su historia comienza en el occidente de Guatemala, en La Reforma, San Marcos, donde nació y vivió hasta la adolescencia cuando, junto con su familia, se mudaron a Quetzaltenango para mejorar su formación académica.
“Siempre tuve interés en la medicina. Mi mamá era la encargada de los primeros auxilios en la finca de café donde crecimos. Nos daba curiosidad lo que pasaba en la enfermería, jugábamos con los utensilios y por supuesto que me gané un par de regaños, pero cuando le dije que mi ilusión era ser médico nos mudamos a Xela”, expresó.
Su formación como adolescente se desarrolló tanto en el colegio Liceo Guatemala como en la Escuela Dr. Rodolfo Robles, y posteriormente en el Centro Universitario de Occidente (Cunoc) donde Hidalgo pasó los primeros años en su preparación como médico.
“Haber estudiado en el Cunoc me llena de orgullo. Recuerdo la convivencia, el trabajo en equipo, las salidas al campo y la ilusión de ir al hospital para hacer las primeras rotaciones. Teníamos un grupo homogéneo, nos llevábamos bien y fuimos creciendo todos tanto en amistad como en lo académico”, recordó.
Su interés por la especialidad de terapia intensiva comenzó en la rotación de medicina interna y eso lo llevó a tomar el programa de formación en el hospital Roosevelt, el cual terminó con excelencia académica y como jefe de residentes; el entrenamiento en medicina crítica y terapia intensiva lo tomó la Unidad Nacional de Cirugía Cerebrovascular.
Así es crecer lejos de casa
“Después de esta especialización, el doctor Andrés Sosa, un ortopedista de Belice y quien se formó en el hospital Roosevelt, vino a Guatemala y me hizo una oferta para ir a este país y abrir la primera unidad de terapia intensiva, me pareció atractiva la oportunidad de comenzar un programa de cero y desarrollarlo”, contó.
Ejercer fuera del país es complejo, refiere, pues, aunque hay cercanía geográfica, la cultura, la comida y las rutinas son diferentes, lo que hace el proceso de adaptación un poco más complicado; sin embargo, migrar junto a su esposa y sus dos hijos hizo de este un periodo más sencillo.
“La familia es una de las cosas más importantes para mí. Con todos los retos que uno tiene en estas situaciones, contar con ellos y estar juntos hace que todo sea más fácil. Crecimos juntos como familia y también en aspectos académicos y profesionales”, apuntó.
Pandemia: retos inimaginables en la medicina
Con la llegada de los contagios de covid-19 ningún equipo médico estaba preparado para enfrentar tal situación, recuerda Hidalgo, quien entonces continuaba viviendo en Belice y a cargo de la Unidad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva del Hospital Belize Healtcare Partners.
“Era un virus que ninguno de nosotros conocía y no sabíamos qué iba a pasar, así que lo primero que hicimos fue tratar de preparar a nuestro equipo. En ese proceso hubo personas que dijeron que no querían formar parte del grupo y tuvimos que reclutar personal que tal vez no tenía la experiencia y las habilidades pero sí la disposición de aprender, entonces hubo oportunidad de entrenar”.
“Los cursos que ofrecimos también se compartieron con otras personas del mundo, dimos tal vez unos 300 seminarios y webinars para médicos de diferentes países para entrenar y abordar la pandemia, y también para desarrollar habilidades como ventilación mecánica, terapia respiratoria y el manejo del covid-19”.
La familia: el pilar más importante en el camino al éxito
Durante más de tres décadas de experiencia en el campo de la medicina, el doctor Jorge Hidalgo también ha sido docente y autor de múltiples publicaciones relacionadas a su especialidad. Una de estas es la documentación completa de la creación y desarrollo de la unidad que ayudó a formar en Belice. Hasta ahora cuenta con al menos una docena de libros de su autoría y un sinnúmero de artículos publicados.
En 2008 comenzó la construcción de otro sueño, hacer más aportes gremiales y fue en ese año cuando se constituyó la Sociedad Beliceña de Terapia Intensiva. Desde entonces tuvieron acercamiento con la Federación Mundial de Medicina Crítica, la cual les brindó apoyo para fundar la sociedad.
Dos años después, en 2010, el camino avanzó hasta fundar el Consorcio Centroamericano de Terapia Intensiva, del cual es cofundador y el primer presidente; siendo este uno de los pasos que lo acercaron más hasta su logro actual.
“En 2019 tuve mi primera nominación para formar parte del consejo de la Federación, esto fue en Australia y entonces gané, y tuve la oportunidad de asumir como secretario general, una posición de dos años”, recordó.
En 2021, en el nuevo proceso electoral gremial, presentó su postulación para competir por la presidencia de la entidad. Cargo que ganó y del cual tomará posesión en el congreso de la federación, a finales de agosto de 2023, en Estambul, Turquía.
“Tengo dos sentimientos: uno, es el de satisfacción por haber crecido académica y profesionalmente; y por otro lado, la responsabilidad porque esta es la primera vez que alguien de Centroamérica y el Caribe va a asumir esta posición. Entonces, naturalmente hay bastantes ojos pendientes de lo que sucederá”, reflexiona.
“Este puesto llega en un momento importante, pues estamos en el final de una pandemia y también hay oportunidad de avanzar en esta especialidad. La Organización Mundial de Salud (OMS) emitió un comunicado, a principios de año, en el que se insta a desarrollar los servicios de emergencia y cuidados intensivos alrededor del mundo. Así que, de alguna manera, vamos a tener la posibilidad de contar con apoyo de la OMS para trabajar en este proyecto”, refirió.
“Me gustaría destacar que esta victoria no es una coincidencia, en la que necesité dos pilares importantes. Uno son mis papás, que creyeron y sintieron la importancia de la educación y creyeron que podía lograr estas cosas. Y, segundo, mi esposa. No creo que las horas de dedicación, el tiempo que uno deja a su familia, hubiera sido igual sin el apoyo de ella. Alcanzar metas, crecer simultáneamente en la profesión y en la familia, esa es una de las lecciones más importantes que tengo y aprecio en mi vida”.
Antes de asumir la presidencia es la entidad mundial, Jorge Hidalgo recordó que al igual que otros médicos él también fue jóven y al ver atrás recuerda con cariño todo el proceso para llegar hasta este punto.
“A los médicos jóvenes les digo que uno siempre tiene que soñar. Esa es la única manera de alcanzar y saber si pueden llegar. Esto conlleva a recordar que con los sueños hay trabajo qué hacer, se requiere de mucho sacrificio y dedicación, pero así se logra lo que uno siempre ha soñado”, aconsejó.