8 de enero de 2025 - 7:00 PM
Por La Redacción / Fotos: AP Photo
Los incendios
forestales que afectan diversas zonas del área metropolitana de Los Ángeles han
alcanzado una situación crítica, con varios focos importantes fuera de control,
mientras los esfuerzos de contención se ven dificultados por condiciones
climáticas extremas. Desde la madrugada del 8 de enero, miles de residentes se
encuentran bajo amenaza y miles de evacuados buscan refugio ante la creciente
magnitud de la tragedia.
El incendio más devastador en este momento se desata en Pacific Palisades, una conocida comunidad costera que alberga a numerosas celebridades. Las llamas han arrasado más de 6,400 hectáreas de terreno, lo que ha obligado a la evacuación de al menos 30,000 personas. Según las autoridades locales, el fuego está "controlado al 0%" y sigue avanzando sin cesar, lo que ha generado alarma en toda la región.
Pérdidas Humanas en Pasadena
El incendio de Eaton Canyon, ubicado en Pasadena, es otro
foco de gran preocupación. Con aproximadamente 4,290 hectáreas quemadas, este
siniestro ha resultado en la evacuación de 52,000 personas y ha cobrado al
menos cinco vidas confirmadas hasta la fecha. Las autoridades continúan
luchando para frenar la expansión del fuego, mientras los residentes evacuados
se enfrentan a la incertidumbre y a las pérdidas materiales.
Destrucción en el Valle de San Fernando
En el Valle de San Fernando, el incendio de Hurst ha
afectado la zona de Sylmar, consumiendo 202 hectáreas y provocando evacuaciones
adicionales en áreas cercanas. Aunque este incendio es relativamente menor en
comparación con otros, sigue siendo una amenaza significativa dada la
proximidad a zonas residenciales densamente pobladas.
Condiciones Extremas que Dificultan la Contención
El clima en Los Ángeles juega un papel crucial en la propagación de estos incendios. Los fuertes vientos de hasta 160 km/h, conocidos como vientos de Santa Ana, están avivando las llamas y extendiendo el fuego a zonas aún no afectadas. Además, la extrema sequedad de la región, combinada con temperaturas inusualmente altas, ha creado condiciones propicias para que los incendios se descontrolen rápidamente.
Hasta el momento, alrededor de 155,000 personas han sido
evacuadas de las áreas más afectadas. Las infraestructuras críticas, incluidas
escuelas, centros de salud y viviendas, se encuentran en peligro, mientras que
el número de víctimas fatales sigue aumentando. Las autoridades de salud y
seguridad pública están trabajando en conjunto para coordinar esfuerzos de
evacuación y ofrecer asistencia a los afectados.
En respuesta a la gravedad de la situación, la ciudad de Los Ángeles ha declarado el estado de emergencia. Además, más de 1.5 millones de personas en el sur de California se han quedado sin electricidad debido a los daños causados por los incendios y los fuertes vientos, lo que complica aún más las labores de rescate y atención médica.