1 de noviembre de 2024 - 11:45 AM
Por La Redacción/Con información de VOA
Cuando el multimillonario dueño de Amazon y del diario The Washington Post, Jeff Bezos, canceló un acuerdo del equipo editorial de apoyar a la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, en las elecciones del 5 de noviembre, se desató un torbellino dentro del periódico de referencia de la capital de Estados Unidos y un aluvión de críticas externas que amenaza las suscripciones.
Este rotativo, cercano a los centros de poder político en Washington, D.C. y con una marcada trayectoria desde su fundación en 1887, sostuvo que su decisión lo llevaría de vuelta a la neutralidad, pero en diferentes círculos se cuestiona la medida.
“The Washington Post no respaldará a ningún candidato presidencial en estas elecciones. Ni en ninguna elección presidencial futura”, dijo el editor, Will Lewis, en un comunicado, el viernes. “Estamos volviendo a nuestras raíces de no respaldar a los candidatos presidenciales”.
Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas AS/COA, un centro de análisis en Washington, dijo a la Voz de América que lo sorprendió la noticia y que tal decisión -que es también de otros medios de tradición a nivel nacional- tiene varias interpretaciones y rechazos para quienes esperaban los apoyos a la candidata demócrata.
“Esto no significa que los periódicos estén apoyando repentinamente a Donald Trump; no es así. Sólo que algunos creen, desde el lado empresarial, que no hay ningún beneficio particular en meterse en el debate cuando los temas están tan totalmente polarizados políticamente”, opinó Farnsworth.
Y puso en contexto que los apoyos a determinados candidatos en elecciones pasadas no implicaron ningún cambio en la línea editorial porque “sus opiniones editoriales ya son bien conocidas y cuando sus respectivos apoyos no marcarían ninguna diferencia perceptible en el resultado de la elección presidencial”.
La posición del rendido
El analista Michael Shifter, profesor adjunto del Centro de Estudios para América Latina en la Universidad de Georgetown, consideró en declaraciones a la VOA, que la decisión del Post tiene implicaciones “preocupantes”.
A su criterio no podría entenderse la decisión del propietario del periódico, Jeff Bezos, “de otra manera que en una rendición ante las posibles presiones que podrían resultar de una eventual administración Trump”.
Shifter coincide con otros analistas que la posición refleja “el miedo y falta de valentía de algunos medios importantes, reflejada en el temor a los posibles castigos que Trump pudiera aplicarles”, apuntó.
Las redes sociales se convirtieron este fin de semana en trinchera para posicionarse sobre el asunto mientras la contienda electoral se encamina a la recta final.
La exembajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, quien trabajó además como asesora de la administración del presidente Joe Biden en política exterior, se adelantó a calificar la decisión del propietario del Post como “hipócrita”.
“Este es el movimiento más hipócrita y cobarde de una publicación que se supone que debe hacer que la gente en el poder rinda cuentas”, dijo en las redes sociales y fue citada por medios estadounidenses.
Turbulencia a bordo
La sala de redacción de el Post se vio sacudida desde el viernes pasado con renuncias inesperadas por el paso dado por la dirección y las penalidades tocaban el bolsillo del periódico el fin de semana, con cancelaciones de suscripciones, más de 2 mil en la primera jornada y para el lunes por la noche se estimaba que el retiro de suscriptores ascendía a los 200 mil
“El efecto sobre el ánimo del personal del Washington Post ha sido devastador”, dijo Shifter a VOA y medios de comunicación estadounidenses han dado algunas pistas sobre la turbulencia a bordo.
El efecto comenzó la mañana del viernes cuando el editor jefe hizo el anuncio al personal y trascendió luego hacia fuera. El editor de la sección editorial, David Shipley, advirtió que habría “fuertes reacciones en todo el departamento”.
Dicho y hecho, el editor general de Opinión del rotativo, Robert Kagan, renunció la misma tarde dejando palabras que expresan frustración por el rumbo tomado.
Kagan, citado por CNN dijo que la decisión no era otra cosa que una apuesta de Bezos para “ganarse el favor de Donald Trump en previsión de una posible victoria”.
Y agregó que el candidato republicano tiene “amenazado con ir tras el negocio de Bezos. Bezos dirige una de las empresas más grandes de Estados Unidos. Tienen relaciones tremendamente intrincadas con el gobierno federal. Dependen del gobierno federal”, agregó.