10 de agosto de 2024 - 4:00 PM
Por La Redacción/Con información de Voz de América 


Rosario Murillo, vocera y vicepresidenta de Nicaragua, anunció el destierro de siete sacerdotes hacia Roma en una aparición en televisión nacional, aunque no explicó las razones de la medida.


"Han llegado bien y han sido recibidos por la Santa Sede", dijo Murillo. 


Organizaciones de derechos humanos denunciaron días atrás que el gobierno de Ortega detuvo en los cuatro primeros días de agosto a 12 sacerdotes.


Los religiosos pertenecían a la Diócesis de Matagalpa y Estelí, administradas en su momento por el obispo Rolando José Álvarez Lagos, de 57 años, quien fue reo político en Nicaragua durante más de un año, hasta que fue desterrado en Roma por el gobierno de Ortega tras una negociación con la Santa Sede.


"Denunciamos la intensificación de la represión contra miembros de la Iglesia católica en Nicaragua", dijo esta semana en su cuenta de X el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos, una de las organizaciones que contabilizaron en una docena las detenciones.


Por su parte, Martha Patricia Molina, una investigadora nicaragüense, autora de múltiples informes sobre abusos a la Iglesia católica, conversó con la Voz de América (VOA) e identificó a ocho sacerdotes detenidos como: Frutos Constantino Valle Salmerón, monseñor Ulises Vega Matamoros, monseñor Edgar Sacasa Sierra, Victor Godoy, Jairo Pravia Flores, Marlon Velásquez, fray Silvio Romero y Harvin Torrez.


"Lo atribuyo al odio que tiene la pareja dictatorial Ortega-Murillo en contra de la fe católica. La dictadura ha realizado todas las ilegalidades para desaparecer a la iglesia, no lo han logrado", dijo Molina.


"Creo que atacan ferozmente Diócesis por Diócesis, empezando por la de Matagalpa para intentar desaparecerla. Más del 70% de su clero ya no está físicamente ejerciendo su labor pastoral en el territorio de Matagalpa", agregó Molina a la VOA.


El gobierno de Ortega no dio a conocer los nombres de los siete sacerdotes enviados a Roma.


¿Qué viene ahora?

El experto en temas religiosos en Nicaragua, Israel González, asegura que ante este panorama se ve una "mayor represión".


"La Iglesia católica tiene un amplio reconocimiento en toda la sociedad nicaragüense. La voz de los obispos y sacerdotes es escuchada e incluso por gente que tiene otra fe, entonces para el régimen es el enemigo a abatir", indicó.


Con los siete sacerdotes desterrados al Vaticano ya suman 46 los religiosos expulsados de Nicaragua bajo la administración de Daniel Ortega.


Las fricciones entre Ortega y la Iglesia católica surgieron desde las protestas contra el mandatario nicaragüense en el año 2018. 


La iglesia albergó a manifestantes en los templos y Ortega los acusó de ser "golpistas" expulsando a lo largo de la crisis política a misioneros católicos; despojando de la nacionalidad nicaragüense a sacerdotes y expulsando al representante del Papa Francisco en Nicaragua, el nuncio Waldemar Sommertag.


El papa Francisco ha catalogado a Ortega y a su gobierno de ser una "dictadura hitleriana".