11 de febrero de 2025 - 5:50 PM
Por Rony Xec


La NASA y General Atomics han llevado a cabo una serie de pruebas para evaluar la resistencia de un innovador tipo de combustible, diseñado para su uso en cohetes de propulsión térmica nuclear.


Los experimentos, realizados en el Centro de Vuelo Espacial Marshall en Alabama, permitieron verificar la viabilidad de este material para misiones espaciales de largo alcance. Según Scott Forney, presidente de General Atomics Electromagnetic Systems, los resultados obtenidos “nos acercan a la posibilidad de desarrollar una propulsión térmica nuclear segura y confiable para misiones en el espacio profundo”.


Para validar su desempeño, el combustible fue sometido a seis ciclos térmicos utilizando hidrógeno caliente, alcanzando temperaturas de hasta 2 mil 727 °C. Estas pruebas fueron clave para evaluar si el material puede soportar las duras condiciones del espacio sin degradarse. Christina Back, vicepresidenta de General Atomics Nuclear Technologies and Materials, destacó que “hasta donde sabemos, somos la primera empresa en utilizar la instalación de prueba ambiental de elementos de combustible compacto (CFEET) en NASA MSFC para evaluar la resistencia del combustible en condiciones representativas”.


Una de las principales ventajas de la propulsión térmica nuclear es su eficiencia. Según los datos obtenidos, un motor con esta tecnología podría operar hasta tres veces más eficientemente que los cohetes químicos actuales, lo que reduciría el consumo de propelente y permitiría misiones de mayor alcance.


Además, al reducir el tiempo de viaje a Marte, disminuiría la exposición de los astronautas a la radiación cósmica, un factor crucial para la seguridad de las misiones tripuladas. Esta tecnología también permitiría llevar menos suministros a bordo, lo que facilitaría la planificación y ejecución de misiones prolongadas. Más allá de Marte, la propulsión térmica nuclear podría ser clave para futuras exploraciones cislunares, el establecimiento de estaciones espaciales avanzadas y, eventualmente, misiones a otros planetas del sistema solar.