21 de octubre de 2024 - 7:00 PM
Por La Redacción/Con información de VOA  


Los cubanos atravesaban este lunes la cuarta jornada de una de las peores emergencias energéticas de los últimos años con un abastecimiento de electricidad parcial e intermitente.


El gobierno suspendió las clases y las actividades no vitales hasta el jueves mientras se recupera el sistema energético nacional, que colapsó el viernes, pero continúa con la operación de servicios básicos como hospitales y bombeo de agua.


El apagón es considerado el peor de Cuba en dos años después de que el huracán Ian tocó tierra como una tormenta de categoría 3 en 2022 y dañó las instalaciones energéticas del occidente del país, ocasionando otra desconexión nacional.


La Habana, la ciudad más grande del país y hogar de dos millones de personas, lucía semiparalizada. Las autoridades dijeron que el transporte sería normal, pero se veían pocos autobuses y carros en las calles.


Mientras que en el oriente de la isla las provincias de Guantánamo, Santiago, Granma, Las Tunas y Holguín recibían a Oscar, un huracán categoría uno degradado a tormenta tropical.


Oscar entró por las inmediaciones de la ciudad de Baracoa en la tarde del domingo y con un tránsito lento dejó aguaceros y algunas marejadas, así como inundaciones en áreas bajas. No se reportaron muertos y las autoridades no informaron sobre la cuantía de las afectaciones.


El camino pronosticado para Oscar pasa por varias centrales y plantas de generación de energía, lo cual obstaculiza una normalización de la corriente, explicó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O.


De la O dijo a periodistas el domingo que esperaba tener una reconexión el lunes o a más tardar el martes, pero advirtió que se llegaría al nivel anterior al colapso, con apagones frecuentes.


La emergencia energética comenzó el jueves por la noche cuando en horario pico el 50% del país se vio a oscuras por falta de generación eléctrica, una situación que provocó una comparecencia especial del primer ministro Manuel Marrero para disponer medidas de ahorro como la suspensión de las clases o actividades no vitales y el anuncio de incrementos en la tarifa.


Sin embargo, la situación más crítica se desató el viernes por la mañana con el colapso total del sistema energético, ocasionado por la salida de funciones de la central Antonio Guiteras, explicó el domingo el titular de Energía.


Un reporte del ingeniero Lázaro Guerra del Ministerio de Energía y Minas informó a medios de prensa locales que el país estaba sirviendo unos 700 megavatios. Normalmente la demanda en horario pico suele ser de unos entre 2 mil y 3 mil megavatios.


Las autoridades eléctricas informaron que el 50% de La Habana ya cuenta con luz, aunque The Associated Press constató que el servicio era intermitente.


La emergencia energética obedece principalmente a un aumento de la demanda, la falta de combustible para alimentar las plantas de generación y las frecuentes averías en las viejas centrales termoeléctricas.


Los dos últimos factores están ocasionados por las sanciones de Estados Unidos, que le impiden a Cuba comprar crudo o sus derivados o adquirir las piezas de repuesto.