15 de noviembre de 2024 – 3:40 PM
Por Carlos González
El exministro de Comunicaciones, Félix Alvarado, rompió el silencio en una conferencia de prensa al revelar datos alarmantes sobre la corrupción y la mala gestión que han marcado al Ministerio de Comunicaciones durante los últimos 16 años. Según Alvarado, esta institución ha manejado más de Q100,000 millones en ese período, con un promedio anual de Q6.4 mil millones, sin que esto se traduzca en una infraestructura adecuada.
“Tenemos una infraestructura en pedazos, el dinero no está y tampoco la obra”, expresó Alvarado, quien asumió la cartera en mayo y enfrentó una ejecución presupuestaria del 12%, logrando incrementarla al 51% en octubre, según lo que expresó.
A pesar de las críticas por su gestión de cinco meses, subrayó que es posible trabajar con transparencia y dignidad en un ministerio "tan lleno de corrupción".
Sobre la corrupción en el MICIVI
Alvarado denunció prácticas corruptas profundamente arraigadas, como el cobro de coimas del 15% al 20% para la aprobación de proyectos. “Eso se acabó en esta gestión”, aseguró, destacando la resistencia de contratistas acostumbrados a estas prácticas.
Asimismo, destacó la implementación de medidas clave como la instalación de la unidad de probidad, la digitalización de expedientes para prevenir irregularidades y la recuperación de la rectoría en instituciones como la Dirección General de Transporte, descrita como uno de los puntos más corruptos del ministerio.
En infraestructura, señaló que la corrupción no solo ha deteriorado las obras, sino que ha perpetuado la negligencia. Citó como ejemplo el libramiento de Chimaltenango, que colapsó meses después de su inauguración, calificándolo como una "solución fácil" que ilustra los efectos de la mala gestión.
Llamado a la ciudadanía
Alvarado concluyó su intervención instando a los guatemaltecos a involucrarse activamente en la transformación del país. “Necesitamos más gente dispuesta a enfrentar la corrupción, porque si no, nunca va a cambiar la patria”, afirmó.
El exfuncionario también lanzó una advertencia sobre los riesgos de confiar en soluciones rápidas para problemas complejos.
“Lo bueno cuesta, 16 años de destrucción no se resuelven en cinco meses”, enfatizó.
Con un legado mixto de avances y desafíos, Alvarado dejó en claro que la lucha contra la corrupción requiere valentía, continuidad y la participación activa de la ciudadanía.